El hombre se acuesta temprano. No puede conciliar el sueño. Da vueltas, como es lógico en su cama. Se enreda entre las sábanas. Enciende un cigarro. Lee un poco. Vuelve a apagar la luz . Pero no puede dormirse. A las tres de la mañana se levanta. Despierta al amigo de al lado y le confía que no puede dormir. Le pide consejo. El amigo le aconseja que haga un pequeño paseo a fin de cansarse un poco. Que en seguida tome una taza de tilo y apague la luz. Hace todo esto pero no logra dormir. Se vuelve a levantar. Esta vez acude al médico. Como siempre sucede el médico habla muchísimo pero el hombre no se duerme. A las seis de la mañana carga el revólver y se levanta la tapa de los sesos. El hombre está muerto, pero no ha podido quedarse dormido. El insmonio es una cosa muy persistente.
En el insmonio, Virgilio Piñera.
3 comentarios:
nena que historia mas buena ,, me estaba creando tension por momentos,,porque me estaba viendo reflejada ,,,, y al final,,,,
jajaaj me ha gustao mucho
ya me contaras cosas del autor
besos
oh! ¡qué horror el insomnio!
Me alegro que haya llegado. Teniendo en cuenta que era un paquete urgente mandado el jueves...,ya pensaba que se lo había quedado algun cartero xungo y que Clarita se quedaba sin manoletinas y mi Laia sin libélula.
Un beso!
A mi no me ha dao muy buen rollo esta historia del insomnio.. espero no acabar así esta noche en la que mis queridos vecinos han decidido montar un guateque con música en directo.. teníais que oirlos.. menos mal que no tengo revólver..
espero que tengáis mejor noche..
besico!
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