
VIDA
Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que no era más que nada.
Grito "¡Todo!", y el eco me dice "¡Nada!".
Grito "¡Nada!", y el eco me dice "¡Todo!".
Ahora sé que la nada lo era todo,
y todo era ceniza de la nada.
No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creía todo
y que, es definitiva, era la nada.)
Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada.
Cuaderno de Nueva York, José Hierro.
8 comentarios:
Al final todo queda en nada, verdad? Disfrutemos entonces de la vida, que son dos dias.
Besitos automovilisticos...
Ya con tus vecinos del norte, luchando con el teclado y preguntandome si este post lo habras hecho en uno de tus insomnios de puntualidad inglesa. Y bien?
¡de nada, Ana cati!
me alegro que le haya gustado el principito, jijijijiji!
besos
hola margarida!!
muchisimas gracias , me ha encantado !! ya ocupa un lugar perfecto en mi cuarto.
eres una peazo de artista
un beso apretao
por fin he conocido a aida !!!
ajajjaaj
un beso
Vaya, esto no sé si es un guiño... pero me sentí llamada por el poema!
Un besazo, bonita!!!
Oye, acabo de ver que se puede publicar el comentario con el nombre... (aunque esto de ir de anónimo -me imagino con capa y sombrero negro- me hacía más interesante). Un besazo, bonita!!!
Era un guiño elevado al cubo, hermanilla!
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